Lo se, debo dejar de pensar en tanta pendejada, de ser tan sensible y tan intensa. Hay cosas tuyas que admiro y envidio tanto que habría dado lo que fuera para haber podido tenerlas yo también. Sabes de lo que hablo. Si, es eso que seguidamente me reprochas, no son esas lágrimas que no quisiera derramar más, ni esa facilidad que tengo de acostumbrarme a lo que no debo. Envidio tanto tu fuerza, tu serenidad, la sencillez con que te levantas, te sacudes y sigues por la vida con la frente en alto. Muchas veces he deseado ser tu, porque si lo fuera, las cosas me afectarían la mitad de lo que lo hacen, porque sería la "hembra" que siempre digo que eres a los que hablo de tí, porque no llevaría días y días apretando la almohada entre mis puños, deprimida por estupideces, por sinsentidos.

Y no me reclames por no hacerte caso, si ni yo misma me obedezco. Sabes que soy una testaruda, y sabes que siempre voy tras aquello que tu y yo solemos catalogar de "malo pa'la salud", y por eso, tal vez por eso, siempre termino igual.
Pero si hay algo que me tranquiliza en los momentos de debilidad y horrible amargura es que, cuando llega la noche, puedo abrazarte, besarte y llenarte la ropa de lágrimas en mi sueño.
Te seguiré queriendo en mis sueños, hasta que lo pueda volver a hacer en casa, en nuestro hogar.

FELIZ CUMPLEAÑOS MAMITA DE MI VIDA!!!!

Si, perdona el sermón, perdona la mamera de tener que darte lata con los mismos problemas de siempre, y perdona por obligarte a comprender mis idioteces.

Que hija te tocó ah?

TE AMO