HOY NO ME PUEDO LEVANTAR (II PARTE)

La ví por primera vez hace dos años y lloré. Pero lloré porque había que llorar, porque las escenas eran tan desgarradoras que me lagrimeaban las manos, los pies y el estómago. Eso sí, también reí, como el dulce amargo de un caramelo que te hace abrir y cerrar la boca en cuestión de segundos.

Anoche me senté frente a ellos de nuevo, esta vez, con mi andaluz favorito. De repente y pasadas casi dos horas y media..o tres, Mario se sentó en una esquina del escenario y tomó una cazadora de cuero rojo en sus manos, mientras de su boca empiezan a salir las primeras palabras: Entre el cielo y el suelo hay algo.. Me lagrimeó todo de nuevo, pero no porque había que llorar, era más bien porque necesitaba llorar. Me recosté en su hombro, nos apretamos las manos con fuerza un par de minutos, y luego entendimos, sin necesidad de hablar - ni siquiera de mirarnos - que llorábamos por la misma razón: Porque aunque unos minutos antes hablábamos en el Vips, frente a un batido de merengada y cookies, sobre el hecho de que no debería haber una segunda parte, a los dos nos costaba tanto olvidarle...aunque fuera por motivos distintos.

No obstante..colate vestido de blanco me devolvió un poco la tranquilidad, de que seguramente se estará muy bien por allá.