Un extraño dolor de estómago, una tembladera elevada a su máxima potencia y un inevitable deseo de mantener mis ojos cerrados me dejaron esta noche en casa. Luego de intercambiar un par de sms's, que te mejores, que a qué hora te enfermaste, que no te preocupes que estaré bien mañana en la mañana, pásalo bien ...me hallé como hace mucho, muchísimo tiempo no me hallaba: con tiempo para sentarme a pensar, con la pijama puesta y el paquete de cigarros sobre la cama. Mis compis de piso han salido y solo se oye el teclear de mis dedos, ni la tele, ni la radio, ni siquiera las voces agobiantemente graves y tipo-grito de mis vecinos...Tengo el tiempo, el aire y el silencio para mí.

Veré un par de capítulos de los Simpsons, fumaré un cigarro de buenas noches (sí, he vuelto a fumar) y retomaré aquello que tiempo atrás tuve que dejar en pause mental por motivos varios. Esta noche no pensaré en nadie, esta noche es mía...

(El de la foto, para quienes no lo conocen, es Horacio, mi nene...le han detectado un soplito en el corazón..Yo no quiero que deje de latir nunca...quiero que espere en la puerta mi regreso a casa )