Nos conocimos en Octubre, nos miramos a los ojos y en ese instante lo supimos todo...que seríamos todo en uno...uno en todo. No fueron necesarios los años, no hubo barreras....no importo la edad, ni el color de nuestros ojos, ni el slang que utilizábamos, pronto aprendimos a hablar un mismo idioma...
El frío se posó en nuestras cabezas, y la noche ansiosa llegaba más temprano...el invierno nos cubrió con guantes, gabanes y gorros....pero así vagábamos juntos por las calles madrileñas...cansados por las subidas y aliviados en las bajadas......sobrepasando la dosis permitida de cafeína y nicotina....viendo juntos un cielo que anunciaba un año venidero....
Recorrimos cada lugar, nos refugiamos en bares y cafés..escuchamos cuentacuentos, salimos a bailar...descubríamos paisajes, esquinas, escondites.....Charlábamos interminantemente, hablábamos de nuestras tierras, intercambiabamos experiencias, descifrábamos juntos nuestro porvenir....Nos mirábamos a los ojos, sonreíamos y así descubríamos tiernamente lo felices que estábamos de habernos conocido...
Pasaron los meses, todo cambió, creció, se hizo más fuerte.....ya no nos apreciábamos, ahora nos queríamos...no sólo reíamos juntos, también llorábamos y gritábamos de rabia....Primavera, Verano....caminatas bajo el sol, derretidos por los celsios, exclamando nuestro inconformismo..pero siempre, al final, sentados en una mesa tomando un tinto de verano o una caña, volvíamos a sentir la magia, esa que pone la piel de gallina, de seguir juntos, de haber vivido tres estaciones juntos, de haber culminado una gran etapa juntos y de sentir que...a pesar del tiempo, la distancia y el camino bifurcado...permaneceremos juntos de alma y corazón.
(post dedicado a mis amigos en españa...quienes me han hecho ver la vida desde la otra orilla, y me han corroborado que a los hermanos, no solo los unen los lazos de sangre)